Me enseñó los jardines del colegio y todo lo demás. Todo parecía normal hasta que mi vista se cruzó con la persona menos esperada.
Inesperado lo puedo tomar con varios significados; algo que desees con todo tu corazón, y en el momento menos esperado aparece. Pero mi caso no era ese. Yo quería olvidar con todas mis fuerzas ese recuerdo de mi mente pero mi corazón lo negaba y lo seguía teniendo tan presente como el primer día. Yo, en mi interior, sabía que lo necesitaba, necesitaba estar con el para tener la felicidad pues sin él, yo no era feliz. Pero no podía ser, era algo que debía estar mas que olvidado...
No estoy loca, ni mucho menos. La historia se remonta a unos meses atrás...
“Yo no era buena en idiomas. Se me daban muy mal y apenas lograba aprobarlos. Así que, por mi bien, decidí apuntarme en una academia y poder llevar mejor los estudios de esa manera.
El primer día todo el mundo era nuevo en la academia, algo que me ayudaba mucho ya que nadie se conocía y así no sería la única...Tampoco nos teníamos que presentar ya que solo íbamos a dar clases y punto.
Como era algo habitual en mi, había llegado tarde. Me senté en último lugar para no molestar a la clase que ya había empezado. Retiré mis cuadernos de la mochila y me dispuse a prestar atención a la clase. Pero el chico que estaba a mi lado me lo impidió. Me tocó el hombro, yo le miré y él me devolvió la mirada con una sonrisa amable.
– - Disculpa que te moleste... Pero estás sentada encima de mis cuadernos... - Me dijo cortés.-
Pero mi interior empezó a decirme “¡Maldición! El primer día y ya quedas como una estúpida.”
– - Perdón... - Me aparté y retiré sus libros. Yo estaba sonrojada por la torpeza mía.-
– - No pasa nada, a cualquier persona le puede pasar... - Dijo con una sonrisa encantadora.- ¿Cómo te llamas?
– - Cassie ¿tú?
– - Encantado Cassie, me llamo Nick.- Volvió a sonreí y yo se la devolví.- Cassie, quedan unos minutos para acabar la clase y tu llegaste tarde. Si te apetece te puedo dar lo de clase, podemos ir a la cafetería que está en el segundo piso ¿Que dices?
– - Sería genial, de verdad te lo agradecería.
– - No hay nada que agradecer.
Al rato tocó el timbre, Nick y yo fuimos directamente a la cafetería.
Supuesta mente teníamos que hablar de lo de clase pero nos quedamos conversando de tonterías para conocernos mejor.
Esa fue la primera vez que vi a Nick. No se puede decir que fue un amor a primera vista, porque no lo fue. Después de dos meses siendo amigos, él me pidió salir y yo acepté encantada.
Estaba locamente enamorada de él, se podía decir que mi amor era ciego. Y según lo que tenía entendido, él también lo estaba de mi.
Estuvimos mas de tres meses juntos, los mejores de mi vida. Pero igual que él me dio los meses mas felices, me dio el día mas triste.
Un día, en la misma cafetería en la que empezamos a hablar me dijo :.
– - Cass... Tengo que marcharme y lo tenemos que dejar... Lo nuestro no será lo mismo a distancia, lo siento pero aquí se acaba todo...
– - Es una broma ¿verdad Nick? - Pregunté yo incrédula ante sus palabras.-
– - No, no es ninguna broma. Estoy hablando totalmente en serio. Me tengo que marchar y no quiero que nos volvamos a ver nunca mas. Será lo mejor.
– - ¡Para ti es lo mejor! ¿Y para mi? ¡Nunca piensas en mi! - Le espeté en la cara. Estaba tan triste y resignada que no podía creer lo que me estaba pasando.-
– - Te aseguro que es lo mejor, para los ¡dos! - Contestó él.-
– Pe... - No pude decir nada mas. Me puso un dedo en los labios impidiéndome hablar.-
– - Adiós Cass, que todo te vaya bien. - Y se fue, sin mas. -
Lo recuerdo como si fuera ayer. El día mas triste de mi vida. Se fue, en un abrir y cerrar de ojos Nick ya no estaba a mi lado. Y solo había pasado un mes de todo aquello, un mes en el que no lo logré olvidar... Pero en ese mes me dio tiempo a pensar y saber que yo lo amé, y lo amo, con locura pero ¿él a mi? Siempre me quedaré con esa duda.
Y ahora, cuando supuesta mente nos mudamos para ser felices y cambiar radicalmente de vida. Un cambio drástico pero que se suponía que era lo mejor para todos.... Dejando atrás todo, todo lo que nos causaba dolor.aparecia el parecía que el dolor y el sufrimiento me perseguía, como si fuera un imán para eso.
Ahora él volvía a mi vida, volvía a estar presente... ¿Una casualidad? Quién sabe”
No sabía si estar feliz o deprimida por volver a verle. Mi corazón rogaba que fuera y lo besara pero no... No podía ser. Yo era la misma pero ¿y él? Seguro que no. Él era, por mucho que mi corazón lo negara, la persona por la que lloré días y noches, la persona que me hizo pasar el peor mes de mi vida. Si una persona de verdad te quiere ¿te haría pasar eso? Estoy segura de que no... Él me había quitado todo, incluida la felicidad. Y lo peor, él había echo que yo no volviera a creer en el amor, que pensara que no había una persona para mi.
Y ahora, aún que Nick fuera el último hombre de la tierra no volvería a estar con él. Jamás.
Seguí caminando con Thom. Miraba de vez en cuando a donde Nick estaba y en una de esas veces me di cuenta que había notado mi presencia. Quizás estaría pensando que era una chica muy parecida pero cuando viera a mi hermana o mi familia ya sabría quien era de verdad. Aun que tenía la esperanza de no volverlo a ver...
Al pensar eso, me decidí a preguntarle a Thom discretamente.
– - Thom, ¿te fijaste en aquel chico, el que está con aquellos muchachos?
– - ¿Te refieres a Nick? - Lo señaló discretamente.-
– - Sí, a ese mismo. No se como se llama pero ese es. - Reí irónicamente para no hacer que la situación fuera tensa.-
– - Es el mejor amigo del capitán del equipo de rugby del instituto.
– - Ah... ¿Es popular entonces?
– - Se podría decir que si... Pero no es tan pesado como los del equipo
– - Ah...
– - ¿Por que lo preguntas? - Ahora ya no sabía que decir, las mentiras no eran mi fuerte.-
– - No por nada, lo veía algo distante del grupo y me llamó la atención eso.
– - Si, es como te dije.
– - Si... - Ahora lo que mejor era es que debía cambiar de tema.- Bueno ¿No quieres ir con tus amigos? No quiero que estés aburrido por mi culpa.
– - No te preocupes. - Me sonrió amablemente. - Pero me gustaría presentarte a una persona. Ven. - Me cogió de la mano y me llevó hasta el jardín del colegio donde nos esperaba una persona que me dejó tremenda mente impactada. -